viernes, 7 de agosto de 2009

Basil Wolverton, el rey del asco


El año pasado se agregaron a la colección del Art Institute de Chicago algunas obras un tanto inusuales dada la increíble (y muy clásica) colección del prestigioso y enorme museo norteamericano. Se trataba de cartones originales de Robert Crumb: tres cuadros de considerable tamaño con comics hilarantes y demenciales que datan de los años 60. Recuerdo que los leí, me reí mucho, y decidí quedarme cerca unos minutos, para ver cómo reaccionaban los demás ante los grotescos, y a la vez perfectos, trazos del ya mítico Crumb. Todos se reían, en voz alta, y apuraban a sus acompañantes para compartir la experiencia.

En 1925, cuando Basil Wolverton comenzó a hacer el tipo de trazo que después influenciaría a Crumb, nadie se reía. Circus Comics y Target Comics fueron las dos primeras casas que publicaron sus cartones, en 1938 y 1940, respectivamente.

Ya en los 50, Wolverton se convertiría en "El Miguel Angel de MAD," revista en la que contribuiría hasta entrados los años 70 (década en la que murió) y a la cual daría una identidad visual inconfundible hasta hoy.

La galería Barbara Gladstone en Chelsey NY exhibirá hasta el 14 de agosto una amplísima muestra del que ahora sabemos fue un importante artista que nunca dejó de creer en nuestro derecho a retratar de la forma más grotesca y repugnante todos los aspectos de nuestra grotesca y repugnante realidad.

Imagen: Joel Holehead, 1972 Ink on paper; 17 x 20 inches (43.2 x 50.8 cm)
cortesía de la Gladstone Gallery

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