Tony Fouhse había sido un desconocido fotógrafo comercial hasta que se dieron a conocer una serie de fotografías realizadas en las calles de Otawa cuyo tema principal eran los adictos al crack. Más que capturarlos in fraganti, Fouhse los hizo parte de su proceso y se puso como condición el que los objetos de la fotografía autorizaran su impresión. Pero aun así, ¿es aceptable considerar arte al sufrimiento de los demás? ¿lucrar con la desgracia ajena? por muy estético que sea, por muy "pintoresco," como decía aquella canción de los Rolling Stones.
En el Lens Blog del NYT se discute ésto mismo en un interesante foro abierto a cualquiera que quiera poner sus "two cents."
jueves, 6 de agosto de 2009
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1 comentario:
por un lado se puede considerar que se lucra con el sufrimiento de otros. Sin embargo me parece loable que pida permiso....
La otra es que sin esas fotos no se difunde esa realidad particular.
El arte tiende a tener doble filo.
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